y dividida en doce libros, compuesta en 1516 por autor anónimo, con el título de Regimiento de Príncipes ó gobierno del rey Prudenciano en el reino de la Verdad[1]. De este libro, dedicado al futuro Emperador Carlos V, sólo conocemos el curiosísimo pasaje relativo á la Inquisición, que publicó Llorente en los apéndices de su Historia[2] y que tiene trazas de estar muy modernizado en el lenguaje. Traslúcese que el autor era cristiano nuevo, y aunque no ataca de frente el Santo Oficio, pone de manifiesto sus abusos y propone algunas reformas ó innovaciones para asimilar sus procedimientos á los de los tribunales ordinarios.
La tradición de esta clase de libros de política recreativa y de enseñanza de príncipes no se interrumpió durante el siglo XVI, pero cada vez se hizo más fuerte en ellos la influencia clásica, quedando enteramente anulada la oriental. Tal acontece en el Marco Aurelio del obispo Guevara, visiblemente imitado de la Cyropedia de Xenofonte. Pero como el Relox de Príncipes, además de su intención pedagógica, tiene caracteres de novela histórica, reservamos para más adelante el dar razón de su contenido.
IV
Nadie espere encontrar en el presente bosquejo de nuestra primitiva novela un tratado completo y formal sobre los libros de caballerías. Esta materia vastísima y sobremanera compleja debe ser estudiada aparte y con toda la extensión que su importancia requiere. La investigación comenzada por Gayangos en 1857 va á ser continuada en dos ó tres volúmenes de la presente Biblioteca por un joven erudito, de grande ingenio y saber, á quien sus primeros trabajos han dado ya muy honorífico puesto entre los cultivadores de nuestra historia literaria. De buena voluntad hubiese dejado yo enteramente intacta la materia caballeresca para que dignamente la ilustrara el Sr. D. Adolfo Bonilla y San Martín, si no me detuviese la consideración de que, omitiendo por completo esta
- ↑ Existió el manuscrito en la Biblioteca de San Isidro hasta 1838, en que desapareció misteriosamente con todos los demás del mismo establecimiento, trasladados de Real orden al Congreso, para la Biblioteca de Cortes que había empezado á formar D. Bartolomé J. Gallardo. Consta con el núm. 89 en el Índice de dichos códices, publicado en el tomo VI de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (1876), pág. 32.
- ↑ Histoire critique de l'Inquisition d'Espagne... París, 1817, t. IV, pp. 389-412. Según advierte Llorente, el manuscrito de San Isidro había pertenecido á un jesuíta llamado Enríquez.