y viéndose burlado luego por un infiel vecino suyo encontró hábil é ingeniosa manera para hacer que el mismo ladrón volviera á poner en el escondite las mil libras que le había robado.
Pero el verdadero interés literario del Libro Félix consiste en la parte 7.ª, que sin dificultad puede aislarse de las restantes, como lo hizo Conrado Hofmann, publicándola con el título algo pomposo de Thierepos, ó sea epopeya animal[1]. En el original se llama Libre de les Besties, y hay indicios para creer que R. Lulio le compuso antes de pensar en escribir el Félix, donde aparece violentamente intercalado.
El Libre de les Besties es un vasto apólogo con honores de poema satírico en prosa, dentro del cual se intercalan muchos apólogos cortos. Comienza el relato con la elección de rey de los animales, que recae en el león, y descríbense luego las intrigas de la corte de éste, en que principalmente interviene el zorro, representación de la astucia.
No cabe controversia ni sobre el origen de la ficción principal ni sobre los apólogos accesorios. Pudo creerse al principio que teníamos aquí la única forma española conocida del ciclo satírico de Renart. No era enteramente desconocida esta creación poética para R. Lulio, puesto que de ella tomó el nombre de su protagonista, á quien designa siempre, no con el genérico de volp, sino con el propio y peculiar de Na Renart, siendo de notar la sustitución del género femenino al masculino que este animal tiene en las versiones francesas.
Pero á esto se reduce toda la decantada influencia, puesto que las demás semejanzas que una lectura superficial pudiera sugerir como verosímiles entre ambas obras no son más que las muy vagas y remotas que existen entre el Renart y el verdadero modelo que R. Lulio tuvo á la vista, el cual no es otro que el famoso libro árabe de Calila y Dimna, del cual imitó el cuadro de la fábula y también muchos de los cuentos, pero todo ello con tan notables y sustanciales diferencias, que, á no suponerlas nacidas de su propio ingenio y capricho, indican que no tenía el original á la vista, aunque recordaba los principales puntos de él. Desde luego es original de Raimundo la grande escena de la elección del rey de los animales, el apoyo que al león presta el zorro, la oposición del buey y del caballo, que ofendidos se entregan al hombre. Le pertenece también el importante episodio de la embajada que el rey de los animales envía al rey de los hombres por medio del leopardo y de la onza, llevándole como presentes el gato y el perro. La descripción de la corte del rey de los hombres da pretexto á nuestro autor para censurar la licencia y deshonestidad de los cantos y músicas de los juglares. Otro episodio enteramente nuevo y propio de un libro de caballerías es el combate singular entre la onza y el leopardo, á quien el león había robado tiránicamente su mujer. De los dos chacales ó lobos cervales del texto árabe no ha conservado más que uno, convirtiéndole en zorra, lo mismo que el traductor latino, Juan de Capua. Todo lo
- ↑ Ein katalanisches Thierepos von Ramon Lull (Münich, 1872).