hasta el extremo de instarte si hay inconvenientes. Adiós. Tomo de nuevo la pluma para hacer lo que acabo de decirte que no haría; pero las circunstancias son tales que no puedo evitar el suplicarte vivamente que vengas aquí lo antes posible. Conozco tan bien a mis queridos tío y tía que no temo pedírselo, y aun tengo algo más que pedir al primero. Mi padre se ha ido al punto a Londres con el coronel Forster para ver de hallar a los prófugos. Desconozco en absoluto lo que piensa hacer; pero su excesiva pena no le permitirá tomar las medidas que sean mejores y más expeditas, y el coronel Forster está obligado a encontrarse en Brighton mañana por la noche. En tal situación, los consejos y la asistencia de mi tío serian lo mejor del mundo. El comprenderá al instante que tengo que sentir, y cuento con su bondad.»
—¡Oh! ¿Dónde está mi tío?—exclamó Isabel lanzándose de la silla en cuanto acabó la carta, ansiosa de seguirle sin perder un momento de tiempo tan precioso; pero cuando llegó a la puerta abría ésta un criado y entraba Darcy. El semblante pálido y los modales impetuosos de ella hiciéronle detenerse, y antes de poderse reportar lo suficiente para hablar, ella, en cuya mente todo pensamiento estaba ocupado en la situación de Lydia, exclamó ansiosa:
—Perdone usted, pero tengo que dejarle; necesito hablar al punto con el señor Gardiner por un asunto que no puede dilatarse; no puedo perder un instante.