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Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/127

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SELECCION NATURAL

homogéneas cerca las unas de las otras, apénas es posible conseguir retoños puros; hasta tal punto se cruzan naturalmente. En otros muchos casos, léjos de favorecerse la propia fecundidad, hay artificios especiales que impiden eficazmente que el estigma reciba el pólen de su misma flor, como podria demostrar por las obras de Sprengel y otros, y tambien por mis propias observaciones; por ejemplo, en la Lobelia fulgens hay un aparato realmente hermoso y delicado, por el cual todos los granillos de pólen infinitamente numerosos, son arrojados de las anteras reunidas de cada flor, ántes que el estigma de esa flor esté pronto para recibirlos; como dicha flor nunca es visitada por insectos, en mi jardin al ménos, jamás da una semilla, aunque yo crié muchas plantas, colocando pólen de una flor en el estigma de otra. Otra especie de Lobelia, que es visitada por abejas, se ha reproducido libremente en mi jardin. En otros muchísimos casos, aunque no hay disposicion especial mecánica que impida al estigma recibir el pólen de la misma flor, sin embargo, como Sprengel, y más recientemente Hildebrand y otros han demostrado, y como yo puedo confirmar, o las anteras rompen ántes de que el estigma esté listo para la fecundidad, ó el estigma no está listo ántes de que el pólen de la flor este preparado; de modo que estas plantas, llamadas dicógamas, tienen sexos separados y necesitan habitualmente cruzarse. Lo mismo sucede con las plantas dimorfas y trimorfas, préviamente aludidas. ¡Cuán extraños son estos hechos! ¡Cuán extraño que el pólen y la superficie estigmática de la misma flor, aunque colocados tan juntos, como si lo estuvieran con el único objeto de fecundizarse por sí, sean en tantos casos inútiles mútuamente el uno con respecto á la otra! ¡Cuán simplemente se explican estos hechos por la opinion de que es ventajoso ó indispensable el cruzamiento de vez en cuando con un indivíduo distinto!

Si se dejan crecer juntas algunas variedades de la col, rábanos, cebollas y de algunas otras plantas, una gran mayoría de los retoños que se consigan, serán, como yo lo he visto, mestizos: por ejemplo, yo sembré 233 plantas de coles de diferentes variedades, que habian crecido unas junto á otras, y de éstas solo 78 fueron fieles á su tipo, y áun algunas de éstas no lo fueron exactamente. Sin embargo, el pistilo de cada flor de la col está rodeado, no solamente de sus seis estambres pro-