174 ORIGEN DE LAS ESPECIES clasifican como variedades de un padre comun producidas por el cultivo: si no fuese asi, sería entonces el caso uno de varia- cion análoga en las dos llamadas especies distintas; y á éstas pudiera añadirse una tercera, á saber: el nabo comun. Segun la opinion ordinaria de que cada especie ha sido creada inde- pendientemente, tendriamos que atribuir esta similaridad en los alargados tallos de estas tres plantas, no á la vera causa de la comunidad de descendencia y á una tendencia consi- guiente á variar de la misma manera, sino a tres actos sepa- rados de creacion, aunque estrechamente relacionados. Muchos casos semejantes de variacion análoga han sido observados por Naudin en la gran familia de las curcubitáceas, y por otros va- rios autores en nuestros cereales. Casos semejantes que ocur- ren en los insectos en condiciones naturales, han sido discuti- dos recientemente con mucha habilidad por Mr. Walsh que los ha agrupado bajo su ley de variabilidad igual. En las palomas, sin embargo, tenemos otro caso, á saber: la aparicion ocasio- nal en todas las castas de pájaros del color azulado de pizarra con dos listas negras en las alas, los costados blancos y una raya al fin de la cola, y las plumas exteriores ribeteadas de blanco por fuera, cerca de sus raíces. Como todas estas señales son características de la paloma torcaz primitiva, presumo quo nadic dudará de que este es un caso de salto atrás y no de una nueva variacion, aunque análoga, que aparezca en las diver- sas castas. Podemos, creo yo, llegar con confianza á esta con- clusion, porque como hemos visto, estas señales de colores es- tán eminentemente sujetas á aparecer en la descendencia cru- zada de dos castas distintas y de color diferente; en este caso, nada lay en las condiciones externas de la vida que motive la reaparicion del azul de pizarra, con las diferentes señales, que no sea la influencia del mero acto del cruzamiento, segun las leyes de la herencia. Sin duda que es un hecho muy sorprendente que los carac- téres reaparezcan despues de haber estado perdidos durante muchas generaciones, probablemente durante centenares de ellas. Pero cuando una casta solamente se ha cruzado una vez con alguna otra casta, la cria ocasionalmente demuestra ten- dencia durante muchas generaciones a volver en algun carácter á la casta extraña; algunos dicen que por doce ó veinte genera- ciones. Despues de dovo generaciones la proporcion de la sangre