386 ORIGEN DE LAS ESPECIES maciones con intervalos de tiempo inmensos é irregularmente intermitentes; por consecuencia, no es igual la cantidad de cambio orgánico que manifiestan los fósiles enterrados en for- maciones consecutivas. Segun esta opinion, no marca cada for- macion un acto de creacion nuevo y completo, sino solamento una escena cualquiera tomada casi al azar en un drama que está siempre cambiando lentamente. Podemos entender claramente por qué una especie, cuando una vez llega á perderse, no vuelve á reaparecer, aun cuando vuelvan á darse las mismas condiciones de vida orgánicas é inorgánicas. Porque, aun cuando pueda adaptarse la descen- dencia de una especie (y no hay duda que en innumerables casos ha ocurrido esto) a ocupar el lugar de otra especie en la cconomía de la naturaleza, y á suplantarla por lo mismo, las dos formas, la antigua y la nueva, no serian idénticamente iguales; pues una y otra heredarian, casi con certeza, ca- racteres diferentes de sus distintos progenitores; y los orga- nismos, que ya se diferencian, varian de una manera dife- rente. Por ejemplo: es posible que si quedaran destruidas to- das nuestras palomas colipavas los criadores pudieran hacer una nueva casta que apenas se distinguiera de la actual; pero si de igual manera quedara destruida la paloma torcaz, que es el origen (y en el estado natural todo nos hace creer que las formas madres son generalmente suplantadas y extermina- das por sus descendientes mejoradas), es increible que una co- lipava idéntica á la que hoy existe pudiera originarse de nin- guna otra especie de paloma, ni áun de ninguna otra casta bien determinada de la paloma doméstica, porque las variacio- nes sucesivas serian diferentes en algun tanto, casi con certeza, y la variedad nuevamente formada heredaria probablemente de su progenitor algunas diferencias características. Los grupos de especies, esto es, los géneros y las familias, siguen en su aparicion y desaparicion las mismas reglas quo las especies aisladas; cambian más o menos rápidamente, y en cantidad mayor ó menor. Si una vez llega á desaparecer un grupo, no reaparece nunca; en otras palabras: su existencia, on tanto que dura, es contínua. No ignoro que hay algunas excepciones aparentes de esta regla, pero las excepciones son sorprendentemente pocas, tan pocas, quo E. Forbes, Pictet y Woodward (aunque contrarios todos ellos a las opiniones que