Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/52

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se les cruce; y por último, que la cria mestiza sea perfectamente fértil; por estas diferentes razones, tomadas juntas, podemos deducir sin riesgo que todas nuestras castas domésticas descienden de la paloma silvestre ó columba livia y de sus subespecies geográficas.

En favor de esta opinion puedo añadir, primeramente, que la columba livia silvestre ha sido susceptible de ser domesticada en Europa y en la India y que concuerda en hábitos y en un considerable número de puntos de estructura con todas las castas domésticas. Segundo, que aunque una mensajera inglesa ó una volteadora caricorta se diferencia inmensamente en ciertos caracteres de la paloma silvestre, sin embargo, comparando las diversas subcastas de estas dos razas, mas especialmente las traidas de países distantes, podemos hacer entre ellas y la paloma silvestre una serie casi perfecta: lo mismo podemos en otros casos, pero no con todas las castas. Tercero, aquellos caracteres que son principalmente característicos de cada casta son eminentemente variables en cada una, por ejemplo, la cresta y longitud del pico de la mensajera, el pico corto de la volteadora, y el número de plumas de la cola de la colipava; y óbvia será la explicacion de este hecho cuando tratemos de la seleccion. Cuarto, las palomas han sido observadas y atendidas con el mayor cuidado y amadas por muchas gentes. Han sido domesticadas durante miles de años en diversas partes del mundo: lo más antiguo que so sabe de palomas es en la quinta dinastía egipcia, unos 3.000 años ántes de J. C., segun me ha indicado el profesor Lepsius; pero Mr. Birch me dice que se encuentran ya palomas en una lista de comidas de la dinastía anterior. En tiempo de los romanos, segun sabemos por Plinio, se pagaban inmensos precios por las palomas; «y lo que es áun más, ha acontecido esto, que pueden contar su genealogía y raza.» Las palomas eran muy apreciadas por Akber Khan en la India, por los años de 1600: jamás la corte llevaba ménos de veinte mil. «Los monarcas de Iran y Turan le enviaron algunos pájaros «rarísimos,» y, continúa el historiador de la corte: «S. M. los ha mejorado de un modo asombroso cruzando las castas, método no practicado hasta entónces.» Hácia la misma época los holandeses estaban tan interesados en lo concerniente á palomas como los romanos antiguos. La importancia grande de estas consideracio-