especies guardarian entre sí exactamente la misma relacion que las cuatro ó cinco especies provisionalmente admitidas que están más cerca del Quercus robur típico. Finalmente, admite De Candolle que de las trescientas especies que se numeran en su Prodromo, como pertenecientes a la familia del roble, dos terceras partes, al ménos, son especies provisionales, esto es, no se sabe si llenan estrictamente la definicion de una verdadera especie, dada más arriba. Debiera añadirse que De Candolle no cree ya que las especies sean creaciones inmutables, sino que concluye, que la teoria de derivacion es la más natural y «la que más de acuerdo está con los hechos conocidos en paleontología, botánica geográfica y zoología, de la estructura y clasificaciones anatómicas.»
Cuando un naturalista jóven empieza el estudio de un grupo de organismos completamente desconocidos para él, vacila mucho al principio en determinar qué diferencias ha de considerar como específicas y cuáles significan una variedad; porque nada sabe de la cantidad ni la calidad de variacion á que está sujeto el grupo, y esto cuando menos demuestra que hay alguna variacion con muchísima frecuencia. Pero si reduce su atencion a una clase sola dentro de un país, pronto se decidirá á colocar la mayor parte de las formas dudosas. Su tendencia general será hacer muchas especies porque se impresionará, lo mismo que el criador de palomas ó de aves de corral á que ántes hemos aludido, con la cantidad de diferencias en las formas que continuamente está estudiando, y tiene poco conocimiento general de las variaciones análogas en otros grupos y países que le sirvan para corregir sus primeras impresiones. Al extender el campo de sus observaciones se encontrará más casos de dificultad, porque le saldrán al paso mayor número de formas íntimamente unidas. Pero si sus observaciones toman una gran extension acabará al fin generalmente por formar su propio juicio; pero llegará á este resultado á costa de admitir muchas variaciones que le serán disputadas por otros naturalistas muy á menudo. Cuando se ponga á estudiar formas próximas traidas de países que ahora no se comunican, en cuyo caso no puede esperar encontrar los eslabones intermedios, se verá obligado á confiar casi por completo en la analogía, y sus dificultades llegarán al mayor punto.
Ciertamente que todavía no se ha trazado una línea clara