son en español, pero hay muchos en francés en algunos en inglés.
Vi un diccionario en español y azteca, impreso en México en 1571, y otro, igualmente perfecto, impreso en Michoacán en 1559, mucho antes de que tuviéramos imprentas en la América inglesa. Hay muchas obras impresas años antes en España y Francia. Un gran de número estos libros están duplicados, y cinco mil volúmenes de los más raros, cuidadosamente seleccionados y expuestos para la venta en Nueva York o Boston, atraería todo los aficionados de libros antiguos en el continente, y recaudaría suficiente dinero para proporcionar esta escuela con lo que más necesita; por ejemplo; una gran y completa biblioteca moderna en español, inglés y francés. Un anticuario distribuidor de libros podría hacer una fortuna, y beneficiar a la humanidad, viniendo a Guadalajara y comprando tales obras como las autoridades estuvieran dispuestas a vender.
La última institución de aprendizaje que visitamos fue la escuela de artes de útiles. Esta escuela es única, y merece notas más extensas de las que puedo dar. Se encuentra en el antiguo monasterio de San Agustín, que, al igual que otros establecimientos del tipo, ahora pertenece al Gobierno Federal. Encontramos a cuatrocientos niños, de ocho a dieciocho años de edad, aprendiendo todo oficio desde calzado a herrería, carpintería, tejido, sastrería, etc., etc. Hay un gran deseo de entrar en esta escuela entre los jóvenes de Jalisco, y si hubiera alojamiento y fondos para ellos, habría mil estudiantes en lugar de cuatrocientos. Los chicos primero aprenden a leer, escribir y mantener cuentas, y luego entran en los talleres.
Toda la ropa y botas y zapatos usados en el establecimiento se hacen por los chicos, la ropa es
