Iglesia, son tratados con desprecio igual. Hace unos días que, los restos del Patriota General Doblado, fueron exhumados en Guanajuato, y le rindieron honores de estado en el edificio del Colegio en gran pompa, antes de ser llevados a México para ser enterrado en el Panteón, como muertos honrados por la nación. Él ayudó en cumplir las órdenes para la secularización de propiedades inmobiliarias de la Iglesia, y desde luego fue excomulgado. La Iglesia se negó a permitir que sus restos descansaran en la Catedral o en cualquiera de los edificios menores de la Iglesia, pero la gente asistió a las ceremonias de todos modos, y el cortejo fúnebre, al desplazarse por las calles en su camino hacia México, presentó un espectáculo impresionante y sugerente al último grado.
No hubo mucho más que ver en Salamanca, y fuimos hacia Celaya, a través de un Valle de por lo menos veinte millas de ancho, casi un campo de maíz ininterrumpido. En un campo contamos treinta y cuatro arados tirados por bueyes, trabajando a la vez, y en otra, otros tantos. Vimos muchos huertos de naranja alrededor de los pueblos, y en una hacienda una plantación de oliva muy extensa en producción completa. El suelo es en muchos lugares, de seis a diez pies de profundidad, negro claro marga como el de las praderas, y extremadamente rico.
Es singular lo poco de cacería que se ve aquí. Después de salir de Santa Ana Acatlán, cerca de Sayula al suroeste de Guadalajara, no vimos nada de eso excepto unas gruyas de arena, gruyas, y dos especies de palomas—la común "Paloma torcaza" o "tórtola" de Occidente, y un pequeño compañero con plumaje moteado de color gris plateado, y rosa y amarillo bajo las alas como un "martillo amarillo"—una linda criatura. Es cierto que los habitantes ocasionalmente se pueden permitirse
