También hubo una "gran función" en—el "Teatro Nacional" en el que una compañía de ópera dio la versión española de "Crispino e la Comare" en buena forma, aunque el hada estaba vestida en profundo luto; y un espectáculo teatral en que la "Compañía de Zarzuela" nos dio la "Cabaña del tío Tom" en español, y fue una curiosa vieja cabaña. Variron el argumento de la historia para que el villano Legree obtuviera su merecido, siendo azotado a muerte por los esclavos, para la gran satisfacción de la audiencia, la mitad de los cuales fueron afectados hasta las lágrimas por el sufrimientos imaginario de los esclavos, aunque la mayoría de ellos han visto corridas de toros y atrocidades afines sin un murmullo de desaprobación, y probablemente, gritando de placer.
Pero la gran caraceristica y final de las manifestaciones en honor de los invitados de la nación, fue el baile en el Teatro Nacional en la noche del jueves 9 de diciembre. Tres mil boletos, de los que mil fueron a familias, se emitieron, y hubo más de tres mil personas presentes. El gran teatro—el más grande en el continente de América—fue decorado con flores y los colores mexicanos y estadounidenses del piso al techo, e iluminado al interior por trescientos cincuenta candeleros, cada con entre veinte y cincuenta velas, que vertían una inundación de luz suave luz y glicerina abrasadora sobre todos abajo. Elescenario fue preparado con el fin de cubrir todo el cuerpo la inmensa casa, la finas galerías o niveles de palcos elevándose uno encima del otro hasta el techo, fueron reservados para quienes no participarían en la danza.
Afuera, la escena era magnífica. El frente del teatro, desde el suelo al techo, estaba cubierto con linternas, en la calle entera, por toda una manzana, estaba arqueada
