y cuando el fuego se apagara, un nuevo Moctezuma establecería su poder en México. El árbol murió en 1846, cuando los estadounidenses conquistaron Nuevo México, y el fuego se apagó cuando el último de los sacerdotes aztecas de Taos murió en su puesto, en el año en que Benito Juárez se convirtió en Presidente de México!
No tengo ninguna fe en milagros, antiguos o modernos, profecías, santos o "Fábulas de viejas esposas", pero las coincidencias arriba mencionadas están bien autenticadas, y lo suficientemente curiosas que vale la pena leer.
El tiempo ha tratado ligeramente a "Don Benito"; su cabello negro sólo tiene ligeros tintes de gris, su figura es erecta, y su paso firme y elástico como el de un americano de treinta; sus dientes son blancos y perfecto y su rostro muestra algunas arrugas. Si no supiera su edad yo diría—si él fuera un americano—que el tendría unos cuarenta años, y bien conservado, y nadie al verlo varias veces sospecharía que el ha visto casi sesenta veranos.
Él viene de una raza dura, que vive muchos años, y en el curso ordinario de la naturaleza tiene todavía muchos años de vida y el pleno disfrute de capacidad mental y física ante él.
Después del gran baile en el Teatro Nacional, hubo una tregua momentánea en las demostraciones en honor del Sr. Seward. Fiestas privadas, cenas y fueron dadas de vez en cuando por los ciudadanos y funcionarios, y nosotros con-