Entonces se dijo que esto solo estaba dirigido a las guerrillas y no al ejército regular republicano. Los artículos uno y dos están escritos en términos que no pueden confundirse, no dejando posibilidad de una pregunta sobre este punto; y si alguna duda existía después de leer el Decreto, los registros del Imperio mismos demuestran más allá de duda, lo que significaba y lo que se hizo.
Entre estos registros, el primer documento relativo a las ejecuciones bajo este Decreto, es un informe al Departamento de Guerra desde el estado de Michoacán, firmado por el Coronel R. Méndez y fechado el 13 de octubre. En este informe el Coronel Méndez detalla los pormenores de la sorpresa del General Arteaga por su orden y agrega:
"Entre mis prisioneros está el comandante en jefe, Arteaga, General Salazar, coronel Díaz Paracho, Villa Gomez, Pérez Milicua, y Villanos, cinco tenientes-coroneles, ocho comandantes y un gran número de oficiales subordinados, una lista de cuyos nombres le enviaré."
Anexo a este informe hay una nota por el siguiente oficial en comando, como sigue:
"Este logro, uno de los más gloriosos de la campaña, hace mucho honor al Coronel Mendez y simplifica la tarea de pacificar Michoacán. Arteaga, sin ser un hábil general, es un hombre honesto y sincero, que se ha distinguido a más de una vez en su carrera por rasgos de humanidad. Justicia para los conquistados". Ch. D. Barres.
Todos estos oficiales y muchos cientos capturados posteriormente, fueron asesinados bajo este Decreto. El Señor Romero escribiendo al Sr. Seward sobre este tema, en fecha del 20 de noviembre de 1865, dice:
"Este bárbaro y sangriento Decreto, el más cruel jamás aún