como si tuviera varicela. ¿Es extraño, o no, que México no quería al Imperio?
El movimiento protestante en México es algo que no puedo comprender, y que particularmente me sorprende, y que puedo decir que me dejó más atónito que ningún otra cosa. Yo no soy miembro de ninguna Iglesia, y no profeso ningún credo especial, pero como enemigo de toda forma de esclavitud y opresión, solo puedo considerar a este movimiento protestante con simpatía e interés. Que pueda llevar a cabo todo lo que se espera de sus partidarios, no lo voy a creer; pero que será el medio para reformar la iglesia Católica de México y eliminar los abusos que la hicieron testimonio de, reproche, y maldición para el país, lo considero muy probable. Yo debo dar testimonio de la seriedad y devoción de estos "cristianos evangélicos" de México, y su éxito maravilloso. No me inclino a entrometerme mucho en los asuntos religiosos de ningún pueblo, pero como una cuestión de hecho, y de ilustrar la condición del país, agrego la declaración del líder de este gran movimiento, sin apoyar sus conclusiones. Los simples hechos, sé que son como él declaró:
"El inmenso número de magníficas Iglesias de piedra que se ven en las ciudades y pueblos de esta República, recuerdan al viajero del abrumador poder que Roma alguna vez tuvo sobre esta tierra. Los conventos, edificios de Iglesias, joyas de oro y plata, y propiedades que aluna vez tuvo, ganó el titulo de "la más rica de las Iglesias" para la Iglesia romana mexicana. Una gran parte de la riqueza mineral de México pasó a las manos de satélites de Roma que abundaban aquí, y les permitió fortalecerse hasta que imaginaron que su posición era inexpugnable. Como un buque atascado en