en toda posible exuberancia, y producto de plantaciones cultivadas con indiferencia entre este punto y Paso del Macho, es suficiente para abastecer la demanda de una parte considerable del país. México produce casi, o suficiente café para el consumo doméstico, y en condiciones más favorables de la sociedad podría suministrar en poco tiempo, una cantidad casi ilimitada para la exportación. Para resumirlo en una palabra, la República de México tiene dentro de su fronteras recursos de riqueza y comodidad ilimitada, y llegará el día en que—espero no muy lejano—será considerado, con razón, como el paraíso del mundo.
En México, no existen grandes empresas que transporten especie barato y rápidamente a través del país, como en los Estados Unidos; y como las carreteras tienen enjambres de bandas de ladrones, desde un extremo de la República al otro, cuando se ofrece una oportunidad para saquearlo, por consiguiente, la seguridad de la plata y oro de las minas del interior, en su camino hacia la costa, se convierte en un asunto de tanta importancia que el Gobierno se ve obligado a asumir la responsabilidad de proporcionarla. En consecuencia, las tropas siempre están listas para escoltarlo de punto a punto, y protegerlo, ante cualquier riesgo, de ataque y saqueo.
Se da información, de cuando una "conducta" saldrá de Guanajuato, San Luis Potosí u otro punto para México, y de México a Veracruz, y transportistas tienen oportunidad de aprovechar la oferta, para transportar millones de dólares duros que se acumulan en unas pocas semanas o meses en el centro de uno de los grandes distritos mineros, dispuestos a pagar impuestos con el fin de asegurar la protección de las tropas del Gobierno; esta protección no es siempre tan eficaz, como recientes eventos de-
