llegaron pronto y ofrecieron la hospitalidad de la Ciudad y el estado, como hizo el Señor Huarte en su casa.
Apenas tuvimos tiempo para terminar el desayuno en la mañana después de nuestra llegada, cuando se presentaron dos caballeros elegantemente vestidos, señores Fermín Gonzalez Castro, y Francisco Santa Cruz; informaron al Sr. Seward que venían en nombre los agentes de Aduana Marítima y el Gobernador y la gente de Colima, para invitarlo al Baile y banquete en el Palacio, en el de noche el 12 de octubre, en honor de su visita. El discurso debidamente traducido, Sr. Seward respondió lo siguiente:
"Caballeros: he recibido sólo hospitalidades, inmerecidas, desde que llegué a México. Les doy las gracias sinceramente por las hospitalidades que ahora me dan. Deseoso de ampliar mi conocimiento con los ciudadanos de esta antigua y respetada Ciudad de Colima, asistiré a la hospitalidad que me brindan esta noche con mucho placer. "
Cuando llegó la noche, el grupo entró en los carruajes para asistir a las 10 en punto, y fueron conducidos al Palacio. Al llegar allí, todos fuimos sorprendidos más allá de lo normal por los preparativos de la ocasión y magnificencia oriental de la decoración. En el exterior, el edificio, que es de puro estilo morisco, estaba bañado en luz. Una multitud de gente común parada en silencio respetuoso bloqueaba el camino, y eran contenidos del portal por las bayonetas de una compañía de tropas regulares, bajo el comando del capitán Reyes. En las aceras a ambos estaban forradas con filas de hojas de Palma sujetas en posición vertical y decorada con lámparas, y todo el frente del edificio estaba decorado de manera similar. Al entrar en el portal, los soldados presentaron armas mientras