cima coronada con humos sulfurosos, en el fondo. Seguramente, medité, yo debí haber estado aquí antes, la escena es tan maravillosamente familiar.
Por fin se me ocurrió, esto es la contrapartida perfecta del "corazón, los Andes," como Church lo pintó. Incluso los árboles cubiertos con loros, y las aguas impetuosas, estaba todo allí. Ese día, y nuevamente al día siguiente, vimos la imagen repetida en mil formas variadas, y cada una más "hermosa y maravillosa que la anterior.
Al mediodía, llegamos a Tornila, y fuimos recibidos calurosamente en la hospitalaria residencia del Señor Don Ramón de la Vega, Gobernador electo de Colima. Tornila está justo sobre frontera, en el estado de Jalisco, y el Señor Vega está residiendo allí por permiso del Presidente Juárez, mientras que el gobernador Cueva actúa en su lugar. Fue expulsado por los franceses, y obligado a huir a San Francisco, pero regresó inmediatamente a la restauración de la República. Él ha servido en varios años, y declinará otra relección, como es viejo, y desea dedicarse a sus asuntos privados. Su mansión tiene vista por un lado, un valle maravillosamente irregular y amplio, con rangos de colinas bajas, y la Sierra del Tigre elevándose a las nubes en el fondo sur. Más cerca, hay jardines llenos con frutas y flores en profusión interminable.
Al norte de la residencia del gobernador Vega norte se tiene una magnífica vista del gran volcán de Colima. El pico occidental de esta gran montaña es un perfecto cono truncado, muy hermoso, y majestuoso en proporciones. Se estima que tiene entre doce mil a catorce mil pies sobre el mar—no hay dos estimaciones de acuerdo por cientos de pies—y es boscoso
