Página:Páginas eslavas - Cuentos y narraciones (1912).pdf/92

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
90
Cuentos y narraciones

no impidió que continuase siendo admirador ferviente de Voltaire y discípulo convencido de los sensualistas ingleses.

Una vez érase el día de Nochebuena de 1790 y tantos (el año exacto no lo sabía mi abuela,) hallábase el príncipe en un gabinete de la antigua casa—palacio de su familia, la cual, dicho sea de paso, existe aún, por más que haya cambiado de dueño y que tenga un piso más sobre los dos de que consta. Eran las ocho de la noche y el joven se preguntaba entre bostezo y bostezo, qué haría con su persona cuando la puerta del gabinete se abrió sin ruido y el ayuda de cámara entró llevando en una bandeja de plata una carta pequeña, pero muy elegante. El sobre era de papel fino, de color amarillento, con los cantos dorados y la letra con que estaba escrita la dirección era tan desigual que al punto revelaba ser de mujer, y de mujer nerviosa.

—La ha traído una señora y desea inmediata respuesta, dijo el criado.

El príncipe miró las señas, escritas en correcto francés, rasgó el sobre y leyó lo que sigue:

"Monsieur le Prince:
Si queréis realizar una acción generosa y santa, ser dueño de una mujer hermosa y recibir en recompensa 7.000.000 de rublos no tenéis más que seguir á la dadora de esta carta. Lo demás llegará á su tiempo y razón.

Myrrha.»

El principe, sorprendido, abrió los ojos, ya grandes de por sí, y los fijó en el ayuda de cámara.

—La señora, manifestó éste, ha dicho que no podía pasar de la antesala, pero exije de V. A. respuesta inmediata y categórica: sí ó no.

El príncipe se quedó un momento pensativo y luego replicó poniéndose rápidamente en pie: