Página:Pensamientos (Rousseau) - Tomo II.djvu/212

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vuelve un momento despues á caer en su nido.

El hombre tiene tres especies de voz, á saber: la voz parlante ó articulada, la voz cantante ó melodiosa, y la voz patética ó acentuada, que es el idioma de las pasiones, y que anima el canto y la palabra. El niño tiene, lo mismo que el hombre, estas tres especies de voz, pero sin saberlas ligar entre sí: tiene como nosotros la risa, los gritos, los lamentos, la esclamacion, los gemidos; pero no sabe mezclar estas inflexiones con las otras dos voces. Lo que reune mejor á las tres, es una música perfecta. Los niños son incapaces de esta música, y su canto jamas tiene alma. Del mismo modo en la voz parlante su lenguage no tiene acento: gritan, pero no acentúan; y como en sus razonamientos hay poca energía, hay poco acento en su voz.

De los niños atolondrados se hacen los hombres vulgares, y no sé que haya una observacion mas general y mas cierta que esta: no hay cosa mas difícil que distinguir en la infancia la estupidez real de la aparente y engañosa que anuncia las almas fuertes. Parece estraño en un principio que