pareceria á los ojos del público, si fuese enteramente sabio.
Cuesta sentimiento dejar esta admirable pieza, cuando uno ha principiado á ocuparse de ella: cuanto mas se examina, mas bellezas se la descubren. Pero en fin, pues que, sin contradicción, de todas las comedias de Moliere es esta la que contiene la mejor y mas sana moral, por ella juzgamos de las demás, y convenimos en que siendo la intención del autor agradar á los ánimos corrompidos, ó su moral conduce al mal, ó el falso bien que predica es mas peligroso que el mal mismo: convenimos en que seduce por una apariencia de razon; en que hace preferir el uso de las máximas del mundo á la exacta probidad; en que hace consistir la sabiduria en cierto medio entre el vicio y la virtud; y en fin, convenimos en que para mayor consuelo de los espectadores, les persuade que, para ser hombre de bien, basta no ser un malvado descubierto.