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Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/197

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quando cuenta la aventura de Marte y de Venus sorprendidos en las redes de Vulcano, y otras cosas tales como éstas [1]; creeis vos acaso que todo esto sea muy propio para inclinar nuestros jóvenes á la templanza? Adim. Por cierto que me parece no es decente. Soc. Pero quando nos pintan sus héroes en la adversidad, hablando y obrando con grandeza de alma, entonces es quando debemos admirarle y escucharle. Como quando dixo [2], que Ulises hiriendose el pecha, reanimó su esfuerzo con estas palabras. Sufre alma mia esta desgracia; tú qus probaste ya otras mayores. Adim. Ciertamente que sí.

Soc. Tampoco hemos de sufrir que nuestros jóvenes sean avaros, ni que se dexen corromper por los regalos. Adim. De ninguna manera. Soc. Que no se cante pues en su presencia [3] Los regalos, créeme? ganan las voluntades á las reyes y á los dioses. Ni se apruebe como moderado y sábio el consejo que Phenix ayo de Aquiles le dio, de socorrer á los griegos, si le hacian regalos, y de mantener su enojo, sino se los hacian. Rehusaremos tambien creer y confesar que Aquiles haya sido avaro hasta el extremo de recibir regalos de Agamenón, y de no querer restituir el cuerpo de Hector á su padre, hasta despues que le hubo pagado el rescate. Adim. Ni son brillantes estos rasgos, ni dignos

  1. Odys. 8.
  2. Odys. 20. v. 17.
  3. 9. Ilia. v. 600.