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Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/211

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justamente la razon que tengo. Soc. Segun esto pues en sola nuestra ciudad encontraremos que el zapatero solamente es zapatero, y no juntamente con su oficio piloto; el labrador, labrador y no juez ademas; el guerrero, guerrero y no sobre esto comerciante , y asi de los otros. Adim. Esto es verdad. Soc. Si pues alguno de estos hombres hábiles en el arte de imitarlo todo y de tomar mil formas diferentes llegase á nuestra ciudad con ánimo de hacer ostentacion de su persona y de sus obras, nosotros le venerariamos como hombre divino, maravilloso y embelesador; pero le diriamos que nuestra ciudad no se fundó para poseer hombre de tan raro mérito, y que no nos es permitido tenerlos semejantes : luego le encaminariamos á otra ciudad, despues de haber derramado perfumes sobre su cabeza y coronandole de lana (18): y nos valdriamos de un poeta y de un fabulista mas austéro y ménos gracioso; pero mas útil, que imitase el estilo que conviene al hombre honrado, y siguiese escrupulosamente las fórmulas que prescribimos antes, dando el plan de educacion á nuestros guerreros. Adim. Nosotros prefeririamos este último sin dudar, si en nuestra mano estuviese la eleccion. Soc. Paréceme, mi amado amigo, que hemos tratado á fondo esta parte de la música que concierne á los discursos y a las fábulas; porque hemos hablado de la materia y del modo de decir. Adim. Soy de vuestro parecer.

Soc. Réstanos ahora hablar de la otra parte