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Año XII - Vol. XII
Num. 12
2 de noviembre de 1920



ACTA DE LA SEDE APOSTÓLICA


COMENTARIO OFICIAL


ACTA DE BENEDICTO XV
ENCÍCLICA
A LOS PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS, OBISPOS, Y OTROS ORDINARIOS EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA, PROCLAMANDO A SAN EFREN, MONJE SIRIO DE EDESA, DOCTOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL


BENEDICTO XV


VENERABLES HERMANOS, SALUD Y BENDICIÓN APOSTÓLICA

El divino Fundador de la Iglesia ha confiado a Pedro, Príncipe de los Apóstoles, unido a Dios por una fe inmune a todos los errores[1], como «cabeza del coro apostólico»[2] y maestro y guía de todos los hombres[3], la misión de alimentar al rebaño de Aquel que fundó[4] su Iglesia sobre la autoridad del magisterio visible, perpetuo y seguro[5] del propio Pedro y sus sucesores. La comunión de la fe católica y de la caridad cristiana debe descansar sobre esta roca mística, es decir, sobre los cimientos de todo el edificio de la Iglesia[6], como en un eje y un centro.

Que el singular oficio de la Primacía conferido a Pedro es extenderse por todas partes, y defender el tesoro de la caridad y la fe en todos los hombres, esACTA, vol XII, n. 12 - 2-II-920

  1. Luc. XXII, 32.
  2. S. Theod. Stud. ep. II ad Michaelem Imperatorem.
  3. S. Cyr. Alex., De Trinit. dial. IV.
  4. S. Theod. Stud., ibid.
  5. Matth. VI, 18
  6. S. Cyr. Alex., Comm. in Luc. c. XXII, V. 32.