<poem>y el siglo diez y nueve, pretende por la ciencia, llegar directamente á conocer á Dios.
- La escuela espiritista, que juzga y que razona,
es hija de su siglo y busca clara luz; los átomos uniendo, las vidas eslabona y dice al fanatismo: ¡atrás con tu capúz!
- ¡Atrás con tus errores! la ciencia se adelanta,
perfora las montañas, los mares desunió; el globo hendió los aires y el hombre se levanta en nuevos continentes que en sueños contempló.
- Se inquiere, se analiza, se busca en lo creado
la causa del efecto, el punto primordial; y yo que siempre en mucho tu ciencia he respetado, te digo: ven y acepta la lucha universal.
- Adios; que buenos genios otorguen en tu día
raudales de suprema, de santa inspiración, y brote de tus labios sublime profecía y brille eternamente la luz de tu razón.
- Adios; en tu camino hallé la santa huella
del hombre que muriendo salvó á la humanidad, pues su memoria ha sido nuestra polar estrella; ¡feliz de aquel que imita su amor y caridad!