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Recordación Florida. 95

Mame, que pudo ser accidente, ó haber sido este pueblo Ucubil y el ídolo Camanelon de los indios Mames que dominasen en la persecución de la primitiva fundación de los señores Tultecas esta parte de Cachiqueles; pues estos fueron oprimidos por aquel tiempo de las dos estirpes de los Mames y Pocoman, como queda dicho en el capítulo segundo del libro primero: fuera de que entre un Sacattepeques y otro no pudo por entonces el manuscrito dar distincion: lo primero, porque la tierra estaba indivisa en sus términos y en una confusión atropada y maquinosa, sin división de partidos ni de conocidas jurisdicciones; lo segundo, porque tampoco los pueblos estaban señalados ni tenían la sagrada y estimable marca del título de su advocación; y debo estar á la opinión que tengo por segura, cierta y constante de haber sido esta guerra con los Sacattepeques del Valle, lo uno por lo alejado de los embajadores de Sinacao y Sumpango: cuando al principio y asomar de la guerra en su conquista se rindieron y ofrecieron de paz á la obediencia de nuestro Señor el Rey; lo otro porque en los Sacattepeques del Valle eran cuatro crecidas y grandes poblazones de numeroso pueblo las que se señalaban y conocían con este propio título, que hoy sirve de pronombre á los cuatro San Lucas, Santiago, San Juan y San Pedro Sacattepeques, de donde era factible juntarse no solo ocho ó diez mil guerreros (que hoy pudieran juntar más número de combatientes con ser que están tan disminuídos), mas diez y ocho y veinte mil; y esto no podía ser entonces de aquel Sacattepeques de Quetzaltenango, que es solo un pueblo, y aunque numeroso y crecido no en tanta muchedumbre de habitadores que pudiera armar por sí arriba de mil indios de guerra. Y por estas razones, que no son de pequeña equivalencia, como por la de haberse introducido á pocos días y á breves jornadas en el país infestado nuestro ejército, se prueba ser Sacattepeques del Valle de quien se debe hacer el juicio; estando el de Quetzaltenango á larga y impedida distancia de leguas, cortadas y imposibles, ó dificiles con inaccesibles sierras por donde se hace lo penoso y molesto de su camino.