abundante porción de sus largas cosechas de maíz, frísoles y chile que siembran y cultivan incansables con atento esmero en las tierras limpias, y aparte de la montería, que ésta es intratable y dificultosa para estos y semejantes beneficios, y más intolerable y casi impertransible como el monte de Petapa, por lo que en el tiempo de las lluvias queda alagado y pantanoso, y con barrancos y robaderos muy peligrosos; mas sin embargo, en el atento cuidado de los antiguos conquistadores se vió este camino desde esta ciudad de Goathemala hasta las playas de la mar del Sur y puerto de Istapa tan llano como una plaza, por el año de 1539 en adelante[1] á esmero y cuidado del capitán regidor Antonio de Salazar, caballero de loables máximas, y esta no menos excelente y útil á el común beneficio; pues en carros se conducía toda la carga á aquellos puertos, y así se trasportaron muchos de los pertrechos y víveres de la armada del Adelantado D. Pedro de Alvarado.
Los indios deste pueblo de San Diego y los de Alotenango siembran y cogen mucha cantidad de tabaco mexicano, que es cierta especie de ello medicinal, cuya hoja sólo se extiende en su tamaño á el de la hoja del granado, y así este género no tiene para su venta y dispendio el modo de distribución que lo demás que se vende por tercios ó manojos, sino que se compra y vende por medida de fanega colmada; y este linaje de tabaco aplican los médicos tomado en humo á las personas que padecen la enfermedad de asma. Su color, aun después de maduro y seco, es siempre verde-oscuro, y á el tacto es belloso y áspero, aunque el olor no es vehemente ni desabrido, pero no es á propósito para tomado en polvo.
Tiene el numeroso pueblo de Alotenango por su patrón y abogado á el divino Baptista, admirable precursor de Cristo Nuestro Señor, y en él le está dedicado a su merecido glorioso culto un esmerado templo y un capacísimo y ostentativo convento guardián de la religión Franciscana, que
- ↑ Libro II de Cabildo, folio 174.