que muriessen de hambre, que assi lo tenian ya por costumbre despues que andauan con nosotros, y sin que primero lo santiguassemos, y las mugeres trayan muchas esteras de que ellos nos hazian casas, para cada vno la suya aparte, y con toda su gente conoscida, y quando esto era hecho mandauamos que asassen aquellos venados y liebres y todo lo que auian tomado, y esto tambien se hazia muy presto en vnos hornos que para esto ellos hazian, y de todo ello nosotros tomauamos vn poco y lo otro dauamos al principal de la gente que con nosotros venia, mandandole que lo repartiesse entre todos. Cada vno con la parte que le cabia venian a nosotros para que la soplassemos y santiguassemos, que de otra manera no osaran comer della, y muchas vezes trayamos con nosotros tres o quatro mil personas y era tan grande nuestro trabajo que a cada vno auiamos de soplar y santiguar lo que auian de comer y beuer, y para otras muchas cosas que querian hazer nos venian a pedir licencia, de que se puede ver que tanta importunidad rescebiamos. Las mugeres nos trayan las tunas y arañas y gusanos y lo que podian auer, porque aunque se muriessen de hambre ninguna cosa auian de comer sin que nosotros la diessemos. E yendo con estos passamos vn gran rio que venia del Norte y passados vnos llanos de treynta leguas hallamos mucha gente que de lexos de alli venia a rescebirnos, y salian al camino por donde auiamos de yr e nos rescibieron de la manera de los passados.
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