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Página:Relaciones de pueblos del obispado de Cuenca - Vol. 2.pdf/268

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Carlos V, en atención a la fama de Alarcón, lo llevó consigo a la toma de Túnez, donde una vez más mostró el capitán conquense sus conocimientos militares, contribuyendo muy principalmente a la conquista de la plaza africana. Agradecido el Emperador, hizo a Alarcón caballero del hábito de Santiago, marqués de la Valle Siciliana, gobernador de Castilnovo, general de Infantería española y virrey de Sicilia, cargo este último que no aceptó por su edad y achaques. Murió Hernando de Alarcón en Castilnovo, Nápoles, el 17 de enero de 1540. Fué el terror de sus enemigos y padre de sus soldados.

Carrasco Sáiz, Icono-Biografia del Generalato Español Madrid, 1901, pp. 99-100. Espasa, Enciclopedia, IV, 29-30.


Hernando de Arenas

«Rejero y vecino de Cuenca. Trabajó en la reja del coro de la santa iglesia de esta ciudad por los años de 1557 y 58, y unas águilas de hierro, que serán las que sirven de facistoles».

Ceán-Bermúdez, Diccionario... I, pp. 54. Espasa, Enciclopedia, L. pp. 435.


P. Alfonso de Avila

Nació en Belmonte el año 1546 y entró de novicio jesuita en 1566. Se dedicó a la predicación. Fué rector de Segovia y Palencia, y murió en Valladolid el 12 de enero de 1613. Publicó: Conciones a dominica prima Adventus, et deinceps per totam quadragesimam, in singulas ferias usque ad Pascham. Amberes, 1610. Conciones a dominica prima Paschae usque ad dom. primam Adventus. Amberes, 1610. Conciones in Adventum, Quadragesimam et Dominicas totius anni. Lión, 1612. Conciones a dominica prima Adventus, usque ad Quadragesimam. París, 1610. Conciones a dominica prima Paschae, usque ad dominicam primam Adventus. París, 1610.

Sommervogel. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, I, es. 68. Nie. Antonio, Bibl. Hisp. Nova, I, pp. 11-12.


Doctor Francisco de Avila

Nació en Belmonte, de cuya Colegiata fué hecho canónigo por los marqueses de Villena, a quienes, agradecido, dedicó varias de sus obras. Obtuvo el grado de doctor en S. Teología; y sus libros—escribe Nicolás Antonio—proclaman su piedad y saber. Como hermano mayor hubo de cuidar de otros cinco más pequeños, que tal vez quedaron huérfanos en tierna edad, según él mismo lo manifiesta por estas palabras en el prólogo de los Diálogos, razonando al motivo de escribirlos en coloquio y no en prosa seguida: «Inclinome también a ello—escribe—la petición de uno de cinco hermanos sacerdotes y theólogos que Dios me ha hecho merced de dar, que con fuerça me pidió escriviesse en este stylo: y no fué esta la menor parte, por lo mucho que yo a todos ellos amo, no tanto por ser hermano mayor, y aver tenido desde su niñez cuidado dellos, como por la merced grande que el gran Señor les hizo en averlos hecho a divinas letras (y no con inhabilidad) afficionados, y puestos en el santo estado del sacerdocio, y algunos de la religión».

Murió el año 1601 y fué enterrado en el baptisterio de la Colegiata de su patria, según se deduce del elegante dístico latino que en él le puso su sabio