Nascemmo al pianto, e la ragione in grembo
De' celesti si posa . Oh cure, oh siente
De* piú verd' anni! Ale senibianze il Padre,
Alie amene sembianze eterno regno
Diè nelle genti ; e per virile imprese.
Per dotta lira o canto,
Virtü non luce in disadorno ammanto!
Si, Leopardi tiene razón : esas almas nobles han na- cido sólo para el. dolor; han conocido únicamente la felicidad en la inocente edad de la primera juventud ! Apenas lanzadas en el rudo torbellino de la diaria ba- talla de la vida, han perdido sus más caras ilusiones ; marchitas las unas ante el espectáculo lastimoso de un mundo en que reina sólo la sed de la riqueza y del placer, arrancadas violentamente las otras por esos crueles desengaños, que al dejar el espíritu va— cío y miserable, lo obligan á contemplar á pesar su- yo el abismo repugnante en que se hunden la leal- tad, la amistad, los sentimientos nobles, en una pa- labra, que se cree resisten á los embates del mundo cuando se nace recién á la vida I Oh ! cómo queda desesperada el alma al ver sangrar esas heridas, que la propia dignidad obliga á sufrir en silencio, para llorar en silencio la miseria horrible de una vida en que los hombres son los unos para los otros peor que lobos : — homo hotnini lupus. Cuando se sufren esos desgarradores desengaños, el alma acongojada resis-