tina, pero que es ya innegable en los de raza germánica. El nuevo reformador es un dinamarqués cuyo
nombre hace años viene provocando tempestades en
su patria : Georges Brandes. Su doctrina ha sido formulada en su monumental obra sobre las corrientes
literarias del siglo actual: Die Hauptstromungen der
Literatur des neunzenten Jahrhunderts[1]. Brandes,
con todo, como él mismo lo reconoce, es tan sólo el
continuador de Hettner, quien, en su celebrada Hístoria de la literatura del siglo XVIII, describe en forma verdaderamente épica las grandes batallas por
las ideas reformadoras de aquel siglo. Brandes, transformando ese método, considera á la obra literaria
no sólo como el producto de su autor y de su país,
sino del conjunto de la civilización de la época, por la
acción recíproca que las ideas y escuelas de una nación ejercen sobre las demás. Estudia la atmósfera
intelectual de la época, la deduce de la comparación
de las diversas naciones y muestra la relación recíproca más ó menos involuntaria en que están todas
las literaturas, y juzga entonces á la obra literaria
- ↑ Traducción de Adolf Strodtmann. Berlin (Duncker, 1872-1876) tomos I-IV. El V acaba de aparecer traducido al alemán por su mismo autor. Sólo conozco de él lo que dice Charles Simond en su reciente artículo sobre Brandes en la Revue Internationale, que dirige con universal aplauso en Florencia el notable crítico italiano De Gubsrnatis, adepto de la nueva escuela.