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Página:Reusmann paginas inmortales.djvu/164

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160 PAGINAS INMORTALES

tentación de un corvo sable ceñido sobre la po- Mera.

A) verla seguir la expedición, algunas compañe- vas pifionas ó soldados traviesos, solían decirle;

—-A qué viene? Qué feo va á disparar! La víicti- ma será el marido, que por defenderla se hará matar,

A lo que ella, sin ofenderse, contestaba de vez en cuando:

—AÁ qué vengo? Ya verán... ya verán á lo que vengo.

Con las primeras claridades el Comandante Sa- mamego avanzó con sus milicianos hacia el lugar donde ercía encontrar al enemigo: un monte espe- so. No vió nada. Entonces para llamar la atención y vonocer su paradero, mandó hacer unos disparos. Los artiguistas, que estaban cerca, en número de más de doscientos armados de lanza, sable y fusil, eayeron sobre él, trabándose el combate con todas las fuerzas de Jorenzo,

En lo más récio de la pelea se descolgó un fuer- te aguncero que inutilizó las armas de fuego que- dando en virtud de ello con superioridad los anar- euistas, por su número, Fué entonces que el Co- mandante Lorenzo dió la voz de mando á su tro- pa:

—Carabina á la espalda, sable en muno y á la carga!

Y se lanzó con brioso empuje sobre cl enemigo. Juana Montenegro desnudó también su sable, y al lado de su esposo se entreveró con los combatien- tes, ágil, entusiasta y valiente como el dragón inás renombrado del regimiento, Derrotados y deshechos