LA MAS HERMOSA CORONA
Finalizaba el mes de Mayo de 1812,
La Revolución argentiea, antoreha que ¡luninó más tarde los serderos de América latina, pasaba desgraciadamente por un períoda crítico,
El erario estaba exhausto, las armas eran e s, y los voluntarics que se presentaban de continuo 4 engrosar las filas reyolúcionarias ex y ya al número de fusiles que un grupo de cindadanns sea- haba de costeur de su propio pecnlio
Se hacía por lo tanto becesario poner á prueba Dbuevamente el pubriotismo de los porteños, obte- niendo armas á toda costa, pues Belgrano las soli- citaba con reiterada insistencia para levar sus sol- dados á la victoria en Tueumán y Salta, y el Señor de Sarratea para poner sitio á Montevideo,
En este estado de cosas, arriba á nuestro puerto un cargamento de armas encargado secretamente á Estados Unidos por el Gobierno argemíino y cuyo
