LA EMPAREDADA
Luego que Sa có huevamente en poder de los
españoles, las raujeres en todos los rangos sociales
prestaban tan importantes servicios que más de una
vez pusieron en peligro sus vidos con las noticias
que trasmitían clandestinamente á los patriotas, lle-
vando y trayendo comunicaciones secretas dde Salta
á Jujuy y de Jujuy á Orán, para lo €uu] emplenban
los wmil y un recursos de su vivísimo ingenio.
Sospechada de este espionaje Doña Juuna Mora «de húpez. con vehementes deseonianzas de mu con- ¿neta si bien en esta ocasión como en muchos 6tros »uálogas no se je hallaron pro<bas msyornmente com- prometedoras—los españoles empuredároole en su propia casa, tapiándole las puertas de salida á fin de que así quedára má 3 sera de ham- bre,
la far
a coliudante, punque reista pero eon
algunos vínculos de parentesco y amistad, dolida de
su infortunio horadó la pored divisoria favorecien-
«lo por aMí sus necesidades, con lo que le salvó la vida.