EL ROL DEL MÉDICO.
(Continuacion).
Definir i distinguir exáctamente dónde principia el trabajo meramente quirúrjico, i dónde concluye el trabajo puramente médico, es una cosa difícil i casi imposible; pues toda enfermedad es una alteracion, un desvío de las funciones fisiolójicas, i el médico, como el cirujano, se proponen el restablecimiento de dichas funciones. Ya las enfermedades no admiten esa division neta de internas i esternas; i talvez el mayor progreso de la cirujía de nuestra época es el buscar en todos sus actos i procedimientos, su base i fundamento en las leyes fisiolójicas jenerales. ¿Quién llamaria, por ejemplo, a una hiperestesia del cútis, a un anasarca, o un eczema, una enfermedad esterna? ¿¿Quién trataria únicamente como cirujano un derrame en la cavidad del cráneo, en la del tórax, o un aneurisma? Los dos procedimientos, el del médico i el del cirujano andarán siempre unidos, sin que jamas pueda decirse, que alguno de ellos es exclusivo o diferente del otro.
Supóngase, que el médico trata de tranquilizar el ánimo exaltado de un enfermo, que busca una ocupacion adecuada para él en una afeccion mental con el objeto de distraerle i alejarle de ideas, que perturban su razon: en todo no se propone otra cosa, que alterar de uno u otro modo las funciones orgánicas para restablecer el equilibrio perdido.
En un parto, los medicamentos internos, la version, el
