Página:Revista Médica de Chile - Tomo I - 1872-1873.pdf/56

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
53
EDUCACION FÍSICA I ENSEÑANZA DE LA HIJIENE.

mismo réjimen que los demas, 1 no será por cierto su estado físico el que preocupe al maestro, siempre que el alumno sepa la aritmética, el catecismo, i la jeografía. ¿El niño será un cadáver mañana? Con todo, el profesor estará satisfecho: habrá aprendido bastante para saber morirse temprano.

¿Ha resistido a esa dolorosa vía crucis de la enseñanza? ¿Ha estudiado los triángulos, conoce los problemas aljebraicos, sabe la cosmografía, ha saludado a los clásicos, conoce las propiedades de los cuerpos? ¿Ha hecho algo mas? ¿Es abogado, injeniero, farmacéutico, médico, ensayador? Eso es bastante! Nada es que languidezca al salir de los claustros de la escuela, dejando prendido el último retazo de su salud en los jirones de las pandectas, de la jeometría analítica o en las salas de los hospitales! Por que, a la verdad, no es el mayor número el que puede gloriarse de salir ileso de en medio de ese fuego graneado de las humanidades i de los cursos científicos.

Pero los niños, se dirá, buscan por sí solos el movimiento, ejercitan sus músculos, suplen con su movilidad el ejercicio que creen les hace falta. Error i error mui notable. Por una parte esos movimientos no tienen la regularidad necesaria para dar el fruto que puede esperarse de los ejercicios regulados a que se somete el cuerpo, para desarrollar los ajentes motores i activar al mismo tiempo que las principales funciones como lo hace la jimnástica bien dirijida i aplicada. Por la otra, hai que fijarse en que no son siempre los mas juguetones los mas estudiosos. Hai una cierta clase de niños que se fatiga en las primeras carreras, que se aleja casi siempre durante los juegos i que prefiere entretenerse mirando hacer a sus compañeros. Estos niños de mirar tranquilo, de cabeza voluminosa, de escasa actividad, de jenio retraido, son, por lo jeneral, débiles, raquí-