— CON MOTIVO DEL PROYECTO DE LEY SOBRE VAGANCIA.tomando este problema. Libros, manuales, folletos, periódicos, revistas, conferencias, cursos públicos, escuelas, asambleas, afiliaciones, sociedades cooperativas, todas las formas en una palabra, que toma hoy para dominar y apropiarse el mundo exterior el espíritu humano, todo se aprovecha y utiliza. No se ocultó á la perspicacia y al talento clarísimo del Sr. Posada Herrera el fatal enlace y el alcance terrible de estas dos cuestiones (vagancia y pauperismo), y así lo demostró, primero en el notable discurso que pronunció combatiendo el proyecto de ley de vagos del Sr. Mayans, y despues y sobre todo en su precioso libro titulado Estudios sobre la beneficencia pública, donde con admirable lucidez está resumido, ordenado, analizado y sagazmente apreciado lo más importante de lo que hasta aquella fecha se habia legislado y escrito. Así pensaba, hablaba y escribia á principios de 1845 el Sr. Posada Herrera.
¿Cómo hablaria hoy en vista de las enseñanzas y peripecias que forman la trama de la historia de estos últimos veinte años, si tuviera que discutir el mismo asunto con el Sr. Roncali?
Créannos los que pretenden no resolver, sino aniquilar ciertas cuestiones, que por sí mismas se plantean inexorables y fatales.
Hay problemas, que como decia el inmortal De Maistre refiriéndose á ciertos conflictos que la imaginacion podia forjarse entre el sacerdocio y el imperio, son el noli me tangere, y conviene dejarlos en su sombría incertidumbre.
III.
Nuestros lectores habrán observado que siempre que hemos hablado como delito de la vagancia lo hemos hecho en sentido dubitativo é hipotético y sin adelantar ni comprometer nuestra opinion en la materia, ahora vamos á manifestarla claramente, teniendo el sentimiento de confesar que en este punto, que es fundamental á todas luces, nuestra opinion toto cælo distat, de la que emitió y sostuvo con fervoroso celo el Sr. Roncali. Para que los lectores de la REVISTA puedan formarse una idea exacta de los argumentos del Sr. Ministro, reproduciremos en este lugar algunos pasajes de su discurso: Lo primero que se ha dicho, y siento que haya sido tambien objeto de oposicion por parte de un Sr. Diputado, que aquí se iba á perseguir lo que no era crimen ni delito. Señores, ¿es verdad que no es esto delito? ¿Es