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con las orejas, que por allí dicen de castañetas, y naturalmente de un modo instintivo el peon, al oirle, dió vuelta y miró; en cuanto al escapulario, nada tiene de extraño que le hubiera golpeado el pecho, dada la posicion agachada en que se encontraba y el movimiento propio de su trabajo.


Contra las epidemias: Es muy comun, tanto en Misiones como en la Provincia de Río Grande, ver sobre los ranchos y las puertas de los corrales pequeñas cruces de madera, que son colocadas allí como preservativos de las epidemias, tanto en las personas como en los animales.


Trabajar en Viernes Santo: El trabajar en este día se considera un gran pecado, y á propósito de esto sucedió un caso, lo más curioso, que vino á corroborar esta creencia.

Un Viernes Santo, en Tacurú-Pucú, tuvo imprescindible necesidad de salir, aguas abajo, uno de los contratistas de los yerbales, acompañado de un jóven farmacéutico que allí se hallaba de paso.

Para bajar el equipaje en el aparato elevador que se halla en el puerto, se buscaron algunos peones, que se encontraban en los velorios de la cruz que se hacían en los ranchos del pueblo, pasando el tiempo entre copa y copa de caña, según la costumbre de esa gente.

Con dificultad se pudo reunir unos cuantos, y con ellos se procedió al descenso del equipaje, pero naturalmente, como trabajaban de noche y algunos no muy bien de la cabeza, la zorra se deslizó con violencia, no pudiendo sujetarla, mientras el torno de palancas, girando velozmente, empezó á repartir palos á diestra y siniestra, resultando varios heridos y contusos.

La zorra, impulsada por la velocidad inicial, saltó al medio del Rio, perdiéndose el equipaje.

Cuando se supo en Tacurú lo que había pasado, todos exclamaron á una voz: «Eso tenía que suceder! Quién los mete á trabajar en Viernes Santo?!»


La Hormiga de Correccion [1]: Una noche, hallándonos comiendo en una casa de Tacurú-Pucú, sentimos un inusitado tropel de ratones por el techo, y vimos caer unas cucarachas y grillos sobre la mesa; inmediatamente corrió el grito « La Correccion!» « La Correccion!!» y ya todos salimos fuera.

Un inmenso ejército de hormiguitas había invadido la casa por un costado y avanzaba amenazador, sin que nada lo detuviese, recorriéndolo todo.

  1. En la obra del Dr. Holmberg, Viaje á Misiones, pAg. 228, se hallan datos interesantes sobre este animal.