Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega V, pp. 129-160).pdf/6

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 133 —

de entonces la yerba existe, y, aunque se corte, vuelve á brotar.

Pero los mineros dicen que, en vez de transformarla en yerba, la hizo dueña de la yerba, y que existe aún en los yerbales, ayudando á los que hacen pacto con ella.

El minero que quiere hacer pacto con la Caá-Yarí, espera la Semana Santa, y si está cerca de un pueblo, entra á la iglesia y promete formalmente que vivirá siempre en los montes, se amigará con ella, jurando al mismo tiempo no tener trato alguno con otra mujer.

Hecho este voto, se encamina al monte, depositando en una mata de yerba un papel con su nombre y la hora en que volverá para encontrarse con ella.

El día de la cita, el minero debe tener gran presencia de ánimo, pues la 'Caá-Yarí, para probar su valor, antes de presentarse, lanzará sobre él víboras, sapos, fieras y otros animales propios del monte, sin otro objeto que el de probarlo.

En recompensa de su serenidad, se aparece la Caá-Yarí jóven, hermosa y rúbia. Entónces el minero renueva sus juramentos de fidelidad y desde aquel día, cuando va á cortar yerba, cae en un dulce sueño, durante el cual la Caá-Yarí le prepara el rairo [1] con diez y ocho á veinte arrobas de peso, acompañándole al despertar, y ayudándole á sostenerlo por detrás, hasta llegar á la balanza. Como la Caá-Yarí es invisible para todos, menos para él, se sube sobre el rairo, aumentando así su peso al entregarlo. De esta manera la ganancia del minero es mayor, pues trabaja á tanto la arroba.

Pero, pobre del minero que le sea infiel con otra mujer! La Caá-Yarí despechada no perdona, mata.

Y cuando algún minero guapo muere en los yerbales de cualquier enfermedad, si él ha sido de carácter taciturno, los compañeros se susurran al oído: Traicionó á la Caá- Yarí! La Caá-Yarí se ha vengado! [2]

Esta leyenda, mezcla de profano y de sagrado, salta á la vista que, en su orígen, no debió ser así, pues la primera parte ha de haber sido agregada posteriormente.

El bosque se presta para las leyendas, y raros son los países en que abunda, que no posean algunas, y hasta una misma se modifica muchas veces de provincia en provincia, como,, por ejemplo, esta de la Caá-Yarí, que en el Brasil to-

  1. Rairo esotro término yerbatero que sirve para indicar el paquete de hojas de yerba colocadas en una especie de red de cuero, de forma cuadrada y que el minero lleva á la espalda, sujetándola con dos asas debajo de los brazos. Generalmente pesa de 8 á 10 arrobas, ó sea 80 a 100 kilos.
  2. Inútil es decir que el que tiene pacto con la Caá-Yarí, guarda el más profundo secreto.