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Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega VII, pp. 193-224).pdf/19

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Piezas pequeñas de cuero grueso se soban á fuerza de golpes de un mazo de madera, y despues de doblarlas con la superficie superior para adentro.

Los cueros delgados se soban por medio de fricciones entre las manos y con un movimiento semejante al de las lavanderas al lavar la ropa. Asi se preparan tambien las pieles para quillangos.

Los lazos se fabricaban antes con el cuello del Huanaco. Para tal fin se sacaba entera aquella parte a el cuero, y se cortaba despues en espiral (ó hélice) sacando de ese modo una tira entera y en extremo larga, la que servía para trenzar, con 4 ú 8 fajas iguales, el lazo más grande y resistente.

6° Fuera de los objetos destinados al uso diario, hechos á la rústica, pero durables y prácticos, saben los Pampas hacer otros, artísticamente adornados, como bozales, riendas, etc. En parte, estas piezas consisten en trenzados complicadísimos; en parte, y aplicándolos á riendas, estriberas, y otras, se emplean sobretrenzados en fajas de lonja en que alternan botones adornados de la misma manera (pasamanería en lonja), ó costuras de adornos, en los que, en vez de hilo, se usan tiras finísimas cortadas de la lonja. La que se emplea para tales trabajos se hace de cuero de yegua, sirviendo solamente la porcion de los costados y del vientre. Para ello se prefieren los animales blancos, por ser de más vista; se obtienen como ya se ha dicho en la preparacion de los cueros, siendo estas lonjas muy parecidas al pergamino. Para los trenzados y costuras se cortan, con cuchillo, tiras (ó tientos) finísimas, admirablemente paralelas.

Donde quiera que se encuentren, en el Valle del Río Negro, vestigios de antiguas habitaciones de los Indios, llama la atencion la gran cantidad que hay allí de pedacitos redondeados de Piedra pomez, y que han servido para la preparacion de las pieles, es decir, para quitarles las fibras y venas supérfluas del lado inferior. Como la Piedra pomez no se encuentra en aquellos parajes, se puede presumir que haya existido una especie de comercio para la provision de este artículo, si no se quiere admitir que tribus enteras hayan hecho viajes larguísimos para obtenerlo, hasta la Cordillera de los Andes, donde existe.