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Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega VII, pp. 193-224).pdf/18

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Entre los Pampas, las tareas de los hombres eran solamente, antes, la caza, la construccion del toldo y trabajos similares, como tener en buen estado sus armas y pertrechos de caza; pero ahora se ocupan de cuidar los animales y de trabajos en cuero, como la fabricacion de riendas, lazos, bozales, cinchas y otros por el estilo, que ejecutan con extrema habilidad.

Los cueros que se destinan para tales trabajos, se preparan del modo siguiente: En un terreno bien liso y seco, se extiende el cuero (de preferencia cuando aún está fresco, y si es posible de animal gordo, porque así es más fácil sobarlo), con el pelo para arriba, clavándolo en el suelo por medio de estacas, de tal modo que, cuando se seque y estire, quede completamente liso. En todos aquellos que no se reservan para quillangos ó pieles, se quita el pelo así que se secan, lo cual consiguen echando ceniza entre el pelo y rascando despues con un pedazo de madera, y así, por la friccion, y ayudando la ceniza, lo eliminan con gran facilidad.

Los cueros vacunos se cortan despues para coyundas, cabestros, bozales, cinchas, riendas, lazos, etc. A fin de apropiar estos objetos al uso á que se les destina, se procede á «sobarlos» ó «darles soba» lo que afloja y suelta las fibras del cuero, que asi queda tan blando como la gamuza, la que se obtiene por un procedimiento análogo.

El trabajo de sobar se efectúa de diferentes maneras, y los objetos son diversos tambien.

Fajas ó tiras largas de cuero, que deben quedar medio secas, se estiran entre dos árboles ó palos, despues de engrasarlas bien con sebo. En seguida se procede á trabajarlas con un madero cilíndrico de 1½ pulgada de espesor y abierto por una incision media longitudinal que ocupa algo más de la mitad. En esta abertura se introduce la faja que se quiere sobar, dándole despues una vuelta alrededor del palo; se tira luego éste con ambas manos á lo largo de la faja, la que, á la vez que se estira fuertemente, sufre una friccion al correr ó rozar con los ángulos de la ranura del madero, asi es que, poco á poco, se sueltan las fibras del cuero, hasta que al fin éste se presenta como un tejido blanquecino, por algo semejante al paño. En tal estado, le entra fácilmente la grasa, la cual mantiene blando el objeto, é impide que se endurezca otra vez cuando entre en contacto con el agua.

Lazos trenzados ó torcidos. (Los torcidos se hacen con 2 ó 3 fajas bien paralelas de cuero, que se tuercen como soga). Se estiran y engrasan como antes se indicó, envolviéndolos en seguida alrededor de un palo redondo que se hace correr á lo largo, lo que estira considerablemente los cueros, teniendo á la vez cuidado de renovar constantemente la tension.

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