Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega XII, pp. 353-384).pdf/25

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 376 —

Indudablemente que las larvas de las moscas, cuando se han desarrollado lo bastante, tienen que abandonar el medio en que se han criado, para transformarse en pupas, á fin de concluir su metamórfosis; más aún: he tenido ocasion de observar varias veces en Entre-Rios que los animales enmoscados buscaban siempre los lugares con barro para revolcarse y cubrirse las heridas agusanadas con él, á fin de que las larvas comprimidas por él, al secarse, ó asfixiadas bajo aquella capa, no continuaran su obra.

Pero los paisanos no ven estas cosas, y siguen creyendo con gran fé en la eficacia de sus remedios supersticiosos.


Mordedura de víbora—Contra este accidente comun en algunos puntos donde existen abundantes reptiles, algunos hacen una trenza de tres, de paja Cortadera, y con ella efectúan una ligadura sobre la parte picada; otros, en cambio, se contentan con colgar en el pescuezo de los animales un collar hecho de paja de vizcachera.

Para evitar la mordedura, algunos acostumbran colgar á los animales de aprecio un collar hecho de una tira de cuero de Venado (Cervus campestris), porque dicen que, como éste es un gran enemigo de la víbora á la que marea con el nauseabundo olor que posee y luego la mata á pisotones, el cuero de este animal, en el que persiste dicho olor, debe forzosamente alejarlas.


Deslomadas—Cuando los paisanos notan que un caballo va aflojando del espinazo, lo que sucede á veces en algunos ensillados muy jóvenes, etc., usan, para evitar que se deslomen, de un tratamiento bárbaro, que seguramente no les dá resultado.

Enlazan el caballo, lo voltean maneándolo de las cuatro patas; en seguida empiezan á castigarlo para que trate de levantarse, lo que no consigue, haciendo esfuerzos desesperados, arqueándose inútilmente; esto es precisamente lo que ellos desean, pues hinchando el lomo, como dicen, se arregla el espinazo.

Despues de un buen rato, y cuando el caballo ya está cansado de tanto ejercicio forzado, lo desmanean y lo largan.

En esto consiste el remedio.