Aun mi alma tenia su inocencia
Como el capullo de oro su perfume,
Como la virgen tímida el rubor....
Aun era niño.... Por mi sangre jóven
No había circulado ese veneno
Que llamamos dolor!
La mariposa aún no habia dejado
La crisálida casta en que pasara
Estados de inconciencia y de placer;
Los prados florecian. Díó á los vientos
Sus leves alas, viendo en los confines
Un ancho sol arder....
Era el sol la pasión, á cuya lumbre
La flor despierta, y libres en las ramas
Los pájaros entonan su canción....
La mariposa loca abrió las alas
Y girando en la calma de la aurora
Bendijo la pasión....
El sol siguió su marcha magestuosa,
Cada vez más ardiente y fulgurante,
Por el vasto zafir....
Ebria la mariposa de alegría
En el foco de vida quemar quiso
Sus alas y morir....
La muerte quiso hallar y halló la gloria,
Los supremos deliquios inmortales,
La hermosa realidad de la ilusión;
La delicada mano que á una lira
Arranca sus dormidos sentimientos
En forma de canción!
Cuando tu frase con pasión vehemente
Llega á mi oído como dulce ruego,
Las ideas, los soles de mi mente,
Resplandecen en círculos de fuego.