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CUENTOS EN DIALECTO PEHUENCHE CHILENO I

ca a su casa i ve el rastro del leon que se ha escondido en ella; se detiene a cierta distancia i grita: «¡Buenos dias, casa! ¡Buenos dias, casa!» Pero no obtuvo contestacion. Entónces dijo en alta voz: «¿Qué es esto? Otras veces cuando vuelvo a mi casa i le digo «Buenos dias» me suele contestar. Probablemente hoi hai alguien adentro.» Entónces el leon cayó en la trampa i contestó: «¡Buenos dias!» Entónces el zorro se rió i dijo: «¡Oh leon, ya me lo figuraba, que estabas tú adentro para comerme! ¿Dónde jamas has oido que una casa pueda hablar?» El leon contestó: «Espérate un poco, ya voi a decírtelo.» Pero el zorro escapó lijero.

Seria fácil añadir otras analojías para otros cuentos; pero quiero limitarme a ofrecer nuevos materiales a los que estudian los cuentos i las tradiciones populares del mundo; creo que los materiales, aunque vayan sin comentarios, serán bien venidos porque provienen del estremo sur del continente americano, rejion que hasta hoi no se ha estudiado en este respecto.

De los doce cuentos que siguen, yo mismo he apuntado segun el dictado de Calvun los números 1 hasta 7; número 3ª i los cuentos 8, 9, 10, 11, 12 han sido apuntados por el señor Chiappa. He correjido las pequeñas incorrecciones en que a veces incurre mi amigo con respecto de los sonidos ni—ñ—ŋ i de y—ʎ, i he conformado la ortografía de la ü, ə, con mis propias esperiencias i recuerdos. Con esto tambien los cuentos apuntados por mi amigo pueden considerarse como un material lingüístico digno de toda confianza, aunque tanto allí como en mis propios apuntes pueden haberse deslizado algunas incorrecciones, que talvez mas tarde correjirá Calvun mismo a quien ya he enseñado a leer mis trascripciones. Para mayor seguridad mandé los cuentos 8 i 9, despues de correjirlos, otra vez a mi amigo, para que los comprobara junto con Calvun. El resultado fué la aprobacion de casi todas las alteraciones introducidas. Algunas veces, segun el juicio de Calvun, tanto la forma apuntada por el señor Chiappa como la que yo habia propuesto eran correctas. La misma esperiencia hice, cuando yo mismo comprobé con Cal-