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CUENTOS EN DIALECTO PEHUENCHE CHILENO II
dañma», pipatui, piam, kiñe went'u. estar las dos malditas [mujeres]», dijo, dicen, [cada] uno (hombre).
31. Feimeu wimanakəmfempatəvi, piam, ñi kure. Feimeu neŋəməlai rume, piam, təvichi domo. Feimeu paila rulpavi, piam, ñi kure. Veimeu ula kimvi, piam, lale ñi kure. 31. Entónces así se pusieron a azotarlas, dicen, a las mujeres. Entónces no se movieron nada, dicen, esas mujeres. Entónces de espalda la volvió [cada uno] a su mujer. Entónces después la conoció, dicen, muerta su mujer.
32. Veimeu ŋəmautupatuiŋu, piam. Veimeu «kiñe ina t'ipayayu» püŋu, piam. All·ün-meu t'ipaiŋu, piam. «T'ewa, weda Lat'apai vətta kiñe ina layai,» piŋu, piam. 32. Entónces principiaron a llorar, dicen. Entónces «en el acto saldremos los dos» dijeron, dicen. Un rato después salieron, dicen. «El perro, el malvado viejo Latrapai morirá en el acto», dijeron, dicen.
33. All·ün-meu peŋei, piam, ŋürü. 33. Un rato después fué visto, dicen, el zorro.
Feimeu reqŋeŋei, piam, ŋürü. Entónces fué cautivado, dicen, el zorro.
Feimeu «chemnorume moŋelaai; meli[1] t'ipantuai pun», piŋu, piam. Entónces «nada quedará vivo; cuatro años será noche», dijeron, dicen.
Feimeu chaʎaliŋu, piam, pun[2]. Entónces pusieron en una olla, dicen, la noche.
34. Feimeu t'apumuvui, piam, is't'okom üñəm: piʎmaiken, ñamku, kanin, kəleŋkəlen, rakiñ, rawilma, kon'o, maikoño is't'ofiʎ üñüm tapumufui, piam. 34. Entónces se juntaban, dicen, todos los pájaros: golondrinas, águilas, jotes, peucos, bandurrias, cachañas, torcazas, tórtolas, toditos los pájaros se juntaban, dicen.
35. Feimeu «kiñe ina eluayiñ ñawe», piŋei, piam, Pədiweŋu Koŋkəl. 35. Entónces «en el acto [os] daremos [nuestras] hijas», fué dicho, dicen, a Pediu y Conquel.
Feimeu «ya», piŋu, piam. Entónces «bueno» dijeron los dos, dicen.
All·ün-meu, piam, t'anakunuiŋu, piam. Un rato después, dicen, se echaron al suelo los dos, dicen.
36. Wəne koni, piam, ñamku ñi ñawe. «¡Təyeu-ple t'ipape, weda ipakarwav'e!» piŋei, piam. 36. Primero entró, dicen, la hija del águila. «¡Por allá sal, mal comedor de sapos!» le fué dicho, dicen.
Ka all·ün-meu koni, piam, kanin ñi ñawe. «¡Tiyeu-ple t'ipape, Otro rato después entró, dicen, la hija del jote. «¡Por allá sal, mal
  1. Cuatro es el número sagrado del araucano. Todas las invocaciones etc. se hacen cuatro veces; en los cuentos europeos, siempre se trata de tres o siete.
  2. Evidentemente se trata de un antiguo mito. Esperaríamos más bien que se encerrara el día, el sol (antə) para que haya noche eterna.