Esta página ha sido corregida
— 46 —
Don Salustio.
Dejad vuestra espada: oid.
Don César.
¿Tengo yo otra cosa?
DON SALUSTIO, acercándose, y en voz baja.
Una:
Vos conocéis por fortuna
La canalla de Madrid.
Don César.
Me honráis, señor.
Don Salustio.
Esa gente
Va de vuestro nombre en pos:
Bien podríais armar vos
Una asonada ocurrente.
DON CÉSAR, riendo.
¡De veras! y en este drama,
¿Qué parte dáis á mi genio?
Porque soy hombre de ingenio
Cuando á enredar se me llama.
DON SALUSTIO, con gravedad.
Hablo á Bazán.—Necesito
Un hombre que en el misterio
Me ayude con su criterio
A un gran suceso inaudito.
—Yo no fuí malo jamás,
Tú lo sabes; pero á veces,
El hombre entre los reveses
Cambia sin rubor de faz.