Página:Sachka Yegulev.djvu/263

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
259
 

Cree usted? Pero desde el momento en que ya no es un hijo, sino un criminal, un asesino...

—No; cuando viene a ver a su madre no es más que un hijo. Un hijo no puede ser asesino. Reflexione usted, general.

Telepnev tuvo una risa artificiosa.

—Si se fuera a razonar así, señora... Todos los criminales han nacido de madre.

—¡De padre!

—Perdone usted, pero no puedo seguir su lógica. ¡Eso es una insensatez! La culpa es de ustedes; hay que dar una buena educación a los hijos.

—No, la culpa es de ustedes, de los hombres, que nos hacen echar hijos al mundo para ahorcarlos después.

—¡Insensatez! ¡Lógica de mujer!

Empezaron a reñir como dos viejos. Si alguien los hubiera visto, no habría creído nunca que aquel general era el gobernador de la ciudad y ella la madre del bandido Sachka egulev.

Telepnev, rojo de ira, gritaba:

—¡Nosotros no ahorcamos a las personas honradas; ahorcamos a los bandidos! El mismo Dios hace pasar a los criminales ante el Supremo Tribunal, ¿comprende usted? Sí, ante el Supremo Tribunal, que es más terrible que nuestros tribunales humanos.

Helena Petrovna, en voz muy baja, casi susurrando, dijo:

—Eso no es verdad; no hay ningún Supremo Tribunal.