guro de atemano y que había que esperar. Pero al día siguiente, cuando se despertó y recordó la negativa, comprendió la importancia de lo que había querido hacer y sintió horror de sí mismo.
Espantábale sobre todo la ligereza casi loca con que había adoptado la resolución de asesinar, y le admiraba el haberlo hecho casi sin ninguna vacilación.
¿Cuándo se decidió a matar a Telepnev? Debió de ser la noche misma en que su madre lloró en su cuarto hablándole del general, casi en el mismo momento en que Sacha le oyó pronunciar por vez primera la palabra padre». Y, una vez tomada la decisión, no volvió a pensar en ella, limitándose a buscar medios prácticos para llevarla a cabo. Obró con tanta perseverancia y prudencia, que acabó por ponerse en contacto con el Comité. Y solamente la voluntad de otros hombres casi desconocidos fué la que impidió el asesinato y su propia muerte; Sacha no pensaba espacar después del proyectado asesinato de Telepnev. No quería salvar su vida.
Pero lo más extraño y aun terrible, como una pesadilla, era que al besar a su madre, antes de ir al Comité, todos los días, ni siquiera pensaba en ella; la olvidaba por completo, con una espantosa naturalidad.
La negativa del Comité trastornó a Sacha, aunque la esperaba. Durante algunos días guardó cama; luego, ya restablecido, tomó la decisión, costara lo que costara, de obtener el certificado del colegio para poder entrar en la Universidad. Le parecía
