ESQUEMA SEXUAL 65
clear, ocurrido en el momento mismo de la fecundación y para siempre inmodificable. El huevo seria, masculino, femenino O intersexual, cualesquiera que fueran las infiuencias tuturas.
La teoría hormónica de la determinación del sexo, supone que el soma es sexualmente indiferente, dependiendo su deter- minación sexual de la influencia masculina, femenina o inter- sexual de la gonada o germen, que es bisexual al principio y después se diterencia, imprimiendo el rumbo sexual al soma.
Esta hipótesis se funda en los hechos siguientes:
1* En el hecho de que la evolución y las alteraciones del sexo están directamente ligadas a influencias endócrinas; 2? En los estudios experimentales que han demostrado que un ani- mal macho castrado o injertado de ovario adquiere la morfo- logía y psicología de la hembra, así como una hembra cas- trada O injertada de testicuio adquiere la morfología y la psi- cología del macho; y, por último, que una hembra o un ma- cho castrados e injertados a la vez testículo y ovario, adquie- ren, simultáneamente, una morfología y una psicolcgía inter- sexuales.
El soma embrionario sería, según esta hipótesis, indiferen- te. El sexo se determinaría '“a posteriori”, cuando la gonada se diferenciara en sentido masculino o femenino; es decir, cuando se agregaran las hormonas determinantes de la mas- culinidad o de la feminidad.
La gonada sería primitivamente bisexual, pero posterior- mente uno de los tejidos sexuales se atrofiaría, adquiriendo esplendor el otro.
La atrofia de uno de los dos sexos no sería absoluta, persis- tiendo indicios histológicos que darían lugar a pequeñas anor- malidades intersexuales y que, en condiciones patológicas, po- drían tener un nuevo auge, originando las formas máximas de la intersexualidad.
Los partidarios de la teoría mixta suponen que el sexo es, en parte, determinado en el zigcte, por el mecanismo cromo- somal. Pero no se trata de una determinación sexual defini- da, sino modificable bajo la acción de las hormonas emanadas de las glándulas sexuales y de las otras endócrinas. Por tan- to, “la determinación sexual sería un proceso zigótico, pero su determinación y fijación sería un proceso hormónico.'”
“El poder formador o determinante del sexo dependería —di- cho en otras palabras— de la acción cromosómica; pero el de-
