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sarrcllo de esta sexualidad necesitaría, para llegar a su madu- rez, de un poder protector que dependería de las increciones. La personalidad sexual de cada individuo, se compondría de la suma de estos dos elementos: el formador o zigótico cro- mosomal, más el protector u hormónico.”
Partiendo de estos datos scbre el mecanismo de la sexuali- dad, la aparición de los estados intersexuales, se debería a una de estas dos circunstancias: O bien a que el huevo estaba ya enérgicamente dotado de las dos aptitudes sexuales definiti- vas; o bien a que, siendo el huevo unisexual, le transforma- rían en bisexual las influencias hcrmónicas ulteriores.
Lo interesante es saber que “la sexualidad que se desarro- lla en la pubertad; la que informa la morfología y conducta scxuales del individuo; la que, en fin, es susceptibie de sufrir profundas modificaciones patológicas, es un fenómeno que de- pende directamente de las influencias hormónicas.'”
No es lo más importante que la acción hormónica se limite a proteger el auge de las tendencias sexuales ya formadas o que las cree por sí misma, sino que, desde el momento en que pueden hacer variar incluso las mismas tendencias Zigóticas, la ciencia está autorizada a ligar cada alteración sexual, con una perturbación endócrina correspondiente.
El florecimiento de la sexualidad, acaece en la mujer antes que en el hcmbre. Entre los 13 y 14 años, por término medio, se presenta en la muchacha la primera regla.
Sus formas adquieren entonces armonía.
A partir de los 40 años se inicia en la mujer la crisis invo- lutiva. La menopausia se produce entre los 43 a 47 años. Culmina la menopausia con la supresión del ciclo menstrual.
Se presentan importantes alteracicnes en el organismo. Son análogas a las que preduce la castración.
Cesan de abrirse las vesículas de Graaf, se interrumpe la sustitución periódica de la mucosa del útero, procesos que se manifiestan en la menstruación. Al principio siguen produ- ciéndose algunas vesículas ovígenas que no llegan a la madu- rez. A los pocos años desaparecen todas las huellas de lcs ga- metos y el ovario se transforma en un órgano firme consti- tuído per tejidos conjuntives fibrosos. Con la desaparición de la vesícula de Graaf termina también la secreción interna del ovario.
