ESQUEMA SEXUAL 35
tono menor a la inversión sexual, engendrada por el hipopi- tuitarismo.
Los delincuentes no violentos son'de tipo hipovegetativo y los violentos de tipo hipervegetativo.
La glándula pineal, por su relación con los fenómenos psí- quicos, puede influir en la criminalidad. En los casos de tu- mor epifisario se producen retrasos en la esfera sexual.
Para reformar lcs trastornos endócrinos, es necesario un tra- tamiento prenatal o embriogénico.
Hay casos de hipergenitalismo en que obra el delincuente por un impulso irresistible.
Es preciso transformar la cárcel en un hospital moral.
Mario Carrara:
Las ancmalías somático-psiquicas del delincuente, se afir- man por su patología endócrina. Consideradas estas anoma- lías como verdaderamente atávicas, se establece con más preci- sión su mecanismo patológico.
Se observa la estatura baja en los delincuentes sexuales, es- pecialmente estupradores, con relación a ctros grupos de cri- minalidad. Por hipergenitalismo se dan casos de enanismo es- quelético; por hipogenitalismo se desarrollan excesivamente los huesos y las articulaciones. Sobre ese desarrollo ejerce in- fluencia la castración.
Los tumores de la pituitaria influyen sobre el desarrollo, no sólo física, sino psíquicamente, hasta modificar el sentimien- to del pudor.
Landcgna Cassonne:
Los adolescentes hipopituitarios tienden a la perversión mo- ral. Los delincuentes de delitos contra el pudor tienen hiper- genitalismo, baja estatura y violenta sexualidad.
Vidoni:
Comprueba las alteraciones anatómicas y funcionales de ori- gen endócrino, que confirman algunos de los caracteres asig- nados por Lombroso al tipo criminal.
Di Tullio:
El análisis endocrinclógico, de varios tipos criminales, de- muestra la presencia de anomalías morfológicas y funcionales en gran cantidad.
